El electrocardiograma es el estudio más común para diagnóstico y evaluación de pacientes con enfermedades cardíacas. Permite el registro de la actividad eléctrica del corazón, lo cual se hace por medio de electrodos que se colocan en el cuerpo del paciente. Así el médico puede registrar en papel su funcionamiento, y posteriormente interpretarlo.

Durante una prueba de esfuerzo, el paciente camina en una banda sinfin, previa colocación de electrodos en su cuerpo, los cuales permiten registrar los cambios en su frecuencia cardíaca mientras se incrementa la velocidad y por lo tanto se requiere mayor esfuerzo. La prueba de esfuerzo permite que el médico observe si existen alteraciones que revelen arritmias u otros padecimientos del corazón.

Con este monitoreo un aparato registra y guarda la actividad eléctrica del corazón durante veinticuatro horas, de manera que el médico pueda observar y analizar el ritmo cardíaco, y a la par, el paciente reporta si tuvo algún síntoma que pudiera resultar relevante para diagnosticar algún problema cardíaco.

Es un estudio que se emplea para la valoración de los pacientes que se desmayan con frecuencia (los desmayos pueden ser síntomas de enfermedad cardíaca). El paciente se coloca en una cama que se levanta hasta colocar al paciente en posición casi vertical (siempre con las medidas de seguridad pertinentes para evitar caídas). El médico observará la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

Si el médico requiere observar al paciente por períodos mayores a veinticuatro horas, existe un parche que se puede llevar por más de siete días y registrar la actividad del corazón, o incluso el paciente puede registrar si tiene algún síntoma en determinado momento. Al finalizar el período establecido, el médico analizará los resultados guardados en el sensor.

Si el médico no ha detectado la causa de los síntomas del paciente por métodos tradicionales, puede colocar un monitor subcutáneo: es un dispositivo del tamaño de un clip que registra la actividad eléctrica del corazón, por períodos largos que pueden ser de varios años. Cuando el médico considera que ha observado lo suficiente al paciente con este método, puede quitar el dispositivo y tratarlo de la manera que resulte más conveniente.

Éste consiste en un cateterismo cardíaco que se realiza a través de los vasos sanguíneos de la ingle, con el objetivo de diagnosticar arritmias cardíacas. Por lo general se utiliza en pacientes con taquicardia (palpitaciones), o que tienen bloqueos en el impulso eléctrico.

Estos fármacos ayudan a controlar la forma en la que el corazón origina y envía los impulsos eléctricos, y pueden ser administrados vía oral o intravenosa. Si el paciente no responde al uso de medicamentos, pueden requerir otro tipo de tratamientos, como ablación con radiofrecuencia o el implante de un marcapaso. En cualquier caso, los pacientes deben tener un seguimiento regular por parte de su médico tratante.

La cardioversión eléctrica consiste en aplicar una descarga de corriente eléctrica en el tórax. Esto permite tratar determinados tipos de taquicardias. Se requiere sedar al paciente durante la sesión, con la cual se busca el restablecimiento del ritmo normal. La cardioversión eléctrica también es de utilidad para episodios de fibrilación auricular.

Esta opción de tratamiento puede brindar la curación de ciertos tipos de taquicardias. Existen dos modalidades según el tipo de energía que se utilice: calor (radiofrecuencia) y frío (crioablación). El procedimiento consiste en colocar un catéter especial en las regiones del corazón que el médico determine sean el origen de la arritmia. Este tratamiento podría, en algunos casos, curar de manera definitiva la arritmia.

El marcapasos genera impulsos eléctricos artificiales, con una frecuencia determinada. Es colocado debajo de la clavícula, y tiene cables que hacen contacto con las cavidades del corazón, con el objetivo de restablecer el ritmo cardíaco y evitar la taquicardia o la bradicardia.

Consiste en la implantación de un marcapaso especial, para un tipo específico de bloqueo eléctrico del lado izquierdo del corazón.

El desfibrilador automático implantable tiene funciones similares al marcapasos, sin embargo, el desfibrilador puede reconocer un paro cardíaco, evitando así la muerte súbita. Si este dispositivo detecta una taquicardia o fibrilación en los ventrículos, puede administrar una descarga eléctrica interna en el corazón en forma automática.