HISTORIA Un regalo de vida para el corazón invencible de Astrid
Un regalo de vida para el corazón invencible de Astrid
por Martha García
La Fundación TecSalud, a través del programa de Cardiología Pediátrica llamado "Corazones Invencibles", ha podido ayudar a más de 160 niños en situación socioeconómicamente vulnerable y que presentan cardiopatías congénitas.
En esta ocasión, te compartimos la historia de Astrid Camargo Martínez, una pequeña con síndrome de down y un corazón invencible.
El diagnóstico de Astrid
“Nuestra hija nació con Síndrome Down, cada mes la llevábamos a la pediatra para ver su avance y que no presentara algún otro tema de salud. En el quinto mes, la pediatra nos sugiere hacerle un estudio del corazón para descartar cualquier problema.
"Al hacerle el estudio de electrocardiograma, el cardiólogo nos comentó que mi hija traía una cardiopatía. Nos explicó en qué constaba su problema y que iba a necesitar una operación", comentó Osiel Camargo Flores, padre de Astrid.
"En ese momento empezó la preocupación, ya que nosotros somos de un lugar llamado Huejutla, Hidalgo, y difícilmente íbamos a encontrar a un médico especializado, además de lo elevado que serían los costos.
"A la semana de enterarnos de la situación de mi hija, me contagié de COVID-19 de gravedad y me internaron en un Hospital en la zona regional de Huejutla", agregó.
"Estando internado, mi hija también da positivo a COVID-19, los dos nos vimos muy enfermos, pero Dios nos dio la oportunidad de salir adelante. Nos vimos en una situación muy difícil, pues yo soy el que lleva el sustento a la casa y mi esposa se dedicó a nuestra niña, por lo que era una situación muy complicada", platicó el papá de Astrid.
Acercamiento con la Fundación TecSalud
Una vez que el Sr. Camargo se recuperó de COVID-19, contactó a un amigo que había pasado por una situación similar y le comentó que el lugar correcto a donde debería acudir era a TecSalud en Monterrey.
“Me recomendó muchísimo que me acercara a la Fundación TecSalud y que contactara a la Dra. Cecilia Britton. Me dijo que mi hija iba a salir transformada, porque la ayuda que daban allí era la más grata que uno puede recibir”, comentó el papá de Astrid.
Conforme pasaba el tiempo, les preocupaba más la situación de su hija, la distancia, el trasladarse a otra ciudad, y los gastos económicos que se les presentarían.
“Lo platicamos con nuestras familias e hicimos el esfuerzo y nos apoyaron. Nos dijeron que era necesario que la niña viniera a Monterrey y nos animamos a venir.
"Llegando aquí nos encontramos con la dicha más grande. No puedo hablar por la emoción porque el sentimiento me gana, pero al encontrarnos a la Dra. Cecilia, para mí fue algo muy significativo, porque desde que la vi, yo sabía que ella nos iba ayudar, algo me lo decía dentro de mí”, expresó.
“En consulta con la Dra. Cecilia, nos preguntó si sabíamos lo que tenía nuestra hija y nuestra respuesta fue sí. Le comentamos que cuando nos dieron el diagnóstico, nosotros nos dimos a la tarea de investigar y nos daba mucho miedo que fuera otra cosa más grave, porque mes con mes íbamos con mucho miedo al doctor, de que nos dijera que algo estuviera mal.
"La doctora nos explicó todo muy bien y nos atendió de maravilla, tuvimos atenciones muy gratas y nos regresamos un poco más tranquilos. Nos fuimos con mucha fe en que Dios había puesto a la gente correcta en nuestro camino", agregó.
El gran regalo de vida en año nuevo
El día 30 de diciembre recibieron un gran regalo. “La Dra. Britton nos habló y nos comentó que ya había expuesto el caso de nuestra hija y nos dio fechas para regresar a Monterrey. La verdad nos sorprendimos mucho, no nos lo esperábamos, fue como nuestro regalo de año nuevo, de navidad y de reyes, que se haya podido apoyar la operación de nuestra hija", comentó el Sr. Osiel.
"Desde ese día hasta hoy, seguimos todavía con muchos nervios, pero gracias a Dios más tranquilos, porque ya está operada nuestra niña y vimos en ella un cambio radical.
"Sabemos que todo sacrificio tiene una recompensa y nuestra recompensa más grande es ver contenta a nuestra hija y verla que tiene una nueva oportunidad de vida. No pensábamos encontrarnos a tantos ángeles en nuestro camino, tanta gente que nos ha tendido la mano, doctores, enfermeras y la ayuda de toda la Fundación”, aseguró el papá de Astrid.
Finalmente, el Sr. Camargo expresó su gratitud acerca de la experiencia con su pequeña: “Nos vamos muy contentos, llenos de emoción porque ya vamos a poder ver la evolución de nuestra hija, la vamos a ver crecer y correr, estamos más que agradecidos. Hoy podemos decir que a nuestra hija la están dando de alta y nos están entregando la nueva oportunidad de darle una mejor calidad de vida. ¡Gracias por todo!”, concluyó.
Es así como la Fundación TecSalud, a través del programa "Corazones Invencibles", sigue Conectando voluntades para transformar vidas.